La concentración es imprescindible para el aprendizaje, sin concentración es prácticamente imposible aprender.
En numerosas ocasiones los pequeños tratan de aprender, pero no se concentran. La concentración es una habilidad mental y por lo tanto se puede entrenar y desarrollar con las estrategias adecuadas. Es muy importante que prestemos atención a los niños y niñas y que favorezcamos su capacidad de concentración.
Beneficios de concentrarse
Cuando los pequeños aprenden a concentrarse, consiguen importantes beneficios presentes y futuros.
- Mejoran sus resultados académicos
- Mejora su rendimiento en diferentes tareas, y esto les llevará a su éxito personal, ya que esta habilidad la emplearán en las diferentes actividades que lleven a cabo ahora y en el futuro.
- Se favorece la consecución de sus metas y logros personales
- Potencian su desarrollo personal.
- Aprenden a relajarse y a seleccionar aquello a lo que deben atender.
- Aprovechan mejor su tiempo, en menos tiempo logran hacer más cosas con mejores resultados.
- Aumenta su autoestima y su confianza.
¿Por qué los niños y niñas no se concentran?
La mente capta todos los estímulos del ambiente y selecciona aquellos a los que atiende. Las personas siempre están prestando atención a algo, el problema es que no siempre prestan atención al estimulo deseado. Actualmente son muchos los estímulos que nos rodean, se podría decir que hay una sobre estimulación. Los niños y niñas están rodeados de cosas que llaman su atención y centrarse en algo que no llama tanto su atención les resulta complicado.
Por ello es imprescindible la concentración, entendida como habilidad para controlar los estímulos y enfocar la atención en el deseado, manteniéndola un tiempo determinado.
10 pautas para fomentar la concentración
- Es importante comenzar el entrenamiento en concentración desde una edad temprana para que adquieran el hábito.
- Emplea periodos cortos de tiempo, en los que el niño se mantendrá realizando una tarea. (comienza por unos 10 minutos y poco a poco aumentamos el tiempo)
- Prepara el espacio, déjalo libre de estímulos distractores (TV, videojuegos, etc.).
- Ten en cuenta las horas de sueño y las preocupaciones que pueda tener, ya que dificultaran la concentración.
- Haz que se centre en una sola tarea o parte de la misma cada vez.
- Cuando le expliques algo, mantén el contacto visual.
- Haz que se dé cuenta de cuando empieza a perder la concentración y porque le ocurre, pregúntale y hazle pensar en ello.
- Enséñale estrategias para recuperar la atención (cambiar de tarea, dividir la actividad en partes, hacer un pequeño descanso, seleccionar lo más importante de la actividad) y para dejar a un lado preocupaciones (enséñale a que se diga a sí mismo “esto otro no puedo solucionarlo ahora, primero termino mi tarea”)
- Refuerza sus logros por pequeños que sean con felicitaciones, para que se dé cuenta de que lo ha hecho, de que ha mantenido la atención y por lo tanto es capaz de seguir haciéndolo).
- Se comprensivo y paciente. Ten en cuenta que es una habilidad que se adquiere poco a poco, no esperes grandes logros en poco tiempo.
Autora: Celia Rodríguez Ruiz (Psicóloga y Pedagoga)